“Las características internas y funcionamiento del Instituto recomiendan amplias luces, para la generalidad de los servicios y sencillez de líneas en su exterior, tanto por el fin docente de la Institución como por el espíritu de la Comunidad que ha de regirla. La aplicación y uso de los materiales locales –ladrillo, piedra caliza y hormigón- colocados racionalmente y conforme a las normas constructivas elementales, llevan de la mano, juntamente con la idea modular tan conveniente a estos edificios, a la composición de fachada obtenida, donde se refuerza la horizontalidad del conjunto con la yuxtaposición de huecos, acusándose la entrada principal con un cuerpo más alto tratado con material distinto al fondo general de la fachada, y cuyo último piso se ocupa con los depósitos de agua y un mirador desde el que se contemplan los amplios y magníficos paisajes castellanos entre el Pisuerga y el Duero.”